Blog / Esperanza Del Futuro / 31 agosto, 2018

La joya escondida en el copete

En la antigua India, había un rey girador de la rueda que deseaba utilizar su poder para subyugar a otros países, sin embargo, los reyes menores y mezquinos no acataron sus órdenes.

Entonces, el rey girador de la rueda, ordenó a varias de sus tropas a avanzar y atacarlos.

Cuando el rey veía que algunas de sus fuerzas de combate estaban ganando la batalla, se sentía muy satisfecho e inmediatamente los recompensaba acorde a sus méritos. Distribuía campos, casas, asentamientos y ciudades; o vestidos y adornos personales; o tal vez varios objetos preciosos como oro, plata, lapislázuli, nácar, ágata, coral, ámbar, elefantes, caballos, carruajes y hasta empleados.

Incluso, brindando al máximo tantas riquezas, había una joya de la cual él no se desprendería. Estaba escondida en su copete y a nadie la entregaba. ¿Por qué no? Porque solamente un rey puede ostentar esa joya en el mechón de su cabeza. Si él la entregara, seguramente los seguidores del rey quedarían atónitos.

En cierta batalla, el rey girador de rueda, vio a alguien, entre sus soldados, ganando verdadera distinción. Su corazón se sintió tan feliz que entonces, entregó la preciosa joya que tiempos atrás, ostentaba en el copete.

El Sutra del Loto, es supremo entre las enseñanzas. En medio de todas las enseñanzas, es la más profunda y solamente es concedida, en última instancia, como en el caso de aquella joya que el poderoso rey sostenía hace mucho tiempo y finalmente la concedió. Entre todos los sutras, el Sutra del Loto, es el más elevado.

Reyes giradores de la rueda

También conocidos como “reyes venerables giradores de la rueda”. En la mitología hindú, representan un gobernante ideal. En el budismo, un rey que gobierna mediante la justicia, y no por la fuerza. Cuando un sabio gobernante asciende al trono, se cree que el cielo le envía una rueda.

En la antigua India, había un rey girador de la rueda que deseaba utilizar su poder para subyugar a otros países, sin embargo, los reyes menores y mezquinos no acataron sus órdenes.
Entonces, el rey girador de la rueda, ordenó a varias de sus tropas a avanzar y atacarlos.

Cuando el rey veía que algunas de sus fuerzas de combate estaban ganando la batalla, se sentía muy satisfecho e inmediatamente los recompensaba acorde a sus méritos. Distribuía campos, casas, asentamientos y ciudades; o vestidos y adornos personales; o tal vez varios objetos preciosos como oro, plata, lapislázuli, nácar, ágata, coral, ámbar, elefantes, caballos, carruajes y hasta empleados.

Incluso, brindando al máximo tantas riquezas, había una joya de la cual él no se desprendería. Estaba escondida en su copete y a nadie la entregaba. ¿Por qué no? Porque solamente un rey puede ostentar esa joya en el mechón de su cabeza. Si él la entregara, seguramente los seguidores del rey quedarían atónitos.

En cierta batalla, el rey girador de rueda, vio a alguien, entre sus soldados, ganando verdadera distinción. Su corazón se sintió tan feliz que entonces, entregó la preciosa joya que tiempos atrás, ostentaba en el copete.

El Sutra del Loto, es supremo entre las enseñanzas. En medio de todas las enseñanzas, es la más profunda y solamente es concedida, en última instancia, como en el caso de aquella joya que el poderoso rey sostenía hace mucho tiempo y finalmente la concedió. Entre todos los sutras, el Sutra del Loto, es el más elevado.

Reyes giradores de la rueda

También conocidos como “reyes venerables giradores de la rueda”. En la mitología hindú, representan un gobernante ideal. En el budismo, un rey que gobierna mediante la justicia, y no por la fuerza. Cuando un sabio gobernante asciende al trono, se cree que el cielo le envía una rueda.

En cuanto gira la rueda, ese rey avanza libremente y establece la paz. Se cuenta, que poseían los treinta y dos aspectos característicos de un buda y gobernaban los cuatro continentes, girando las ruedas que habían recibido del cielo. Las ruedas eran hechas de oro, plata, cobre y hierro.

Cada uno de los cuatro reyes, en cada continente, poseía una de esas cuatro ruedas.

Conclusión

La parábola de la joya inestimable escondida en el copete está presente en el 14° capítulo del Sutra del Loto (“Prácticas Pacíficas”).

Esta parábola, narra los ofrecimientos del rey girador de la rueda a aquellos que conquistaban el mérito en las batallas. Sin embargo, la joya de insuperable valor escondida en su copete, él no la ofrecía a nadie.

Se compara con el hecho de que el buda haya predicado todos los sutras, excepto el Sutra del Loto. Pero, el hecho de que Shakyamuni expusiera el Sutra del Loto en ese momento, es como si el rey girador de la rueda ofreciese la joya inestimable escondida en su copete.

De este modo, en esta parábola, la joya escondida en el copete, corresponde al Sutra del Loto; el hecho de esconder la joya en el copete, sin ofrecerla a alguien, ejemplifica la acción del buda en ocultar la verdadera enseñanza durante todo el período en que fueron predicadas las enseñanzas provisionales, anteriores al Sutra del Loto, hasta que llegase el tiempo ideal para revelar la enseñanza verdadera.

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