Blog / Sin categoría / 7 marzo, 2019

Conversatorio Nueva Revolución Humana, Capítulo Introducción

Compartir el espíritu de Shin’ichi Yamamoto

La novela La nueva revolución humana, escrita por el presidente Daisaku Ikeda y publicada en entregas sucesivas en el diario Seikyo, concluyó el 8 de septiembre de 2018. El 3 de octubre, el periódico de la Soka Gakkai incluyó el siguiente artículo del vicepresidente Hiromasa Ikeda, donde este reflexiona sobre la forma de abordar el estudio de dicha obra.

El presidente Ikeda tenía sesenta y cinco años cuando comenzó a escribir La nueva revolución humana. A esa edad, muchas personas se jubilan, pero él anunció su determinación de iniciar la colosal escritura de una novela que abarcaría treinta volúmenes.

En la introducción de La nueva revolución humana, señala: «Sin duda, será un desafío supremo terminar de escribirla en el término de mi existencia». Cuando leo estas palabras, no puedo sino sentir que volcó todo su ser en el mensaje que deseaba transmitir a sus lectores y a sucesores, sabiendo que estos esperaban ansiosamente cada nueva entrega.

Dicha novela, que el diario Seikyo terminó de publicar el 8 de septiembre de este año, comenzó a escribirse el 6 de agosto de 1993, veinticinco años atrás. Mucho antes, el 2 de diciembre de 1964, el presidente Ikeda había empezado a escribir la obra predecesora, La revolución humana.

A lo largo de cincuenta y cuatro años, el presidente Ikeda libró una lucha de escritura para completar La revolución humana y La nueva revolución humana, aprovechando cada momento libre que encontraba en su agenda atiborrada de compromisos e, incluso, durante sus viajes al extranjero. Cuando pienso en este desafío, que llevó décadas enteras de esfuerzo, me embarga la emoción y siento un profundo agradecimiento.

El significado de la palabra «nueva» en el título

El presidente Ikeda comenzó a escribir La nueva revolución humana en el Japón, en el Centro de Conferencias de Nagano en Karuizawa.

Ocho meses antes de su muerte, el presidente Josei Toda había conversado con el presidente Ikeda en Karuizawa sobre su propia novela, Revolución humana, y en esa oportunidad le había dicho: «Aunque no tengo ninguna dificultad para escribir sobre el señor Makiguchi, me cuesta expresarme sin pudor sobre mi propia vida». Fue en ese momento cuando el presidente Ikeda decidió dejar constancia sobre la grandeza genuina de su mentor y escribir, para ello, una continuación del relato del señor Toda.

La novela La revolución humana, creación de su discípulo, comienza el día que el presidente Toda sale de la cárcel y termina con la asunción de Shin’ichi Yamamoto como tercer presidente de la Soka Gakkai, tras el fallecimiento de su maestro.

Por su parte, La nueva revolución humana comienza con el primer viaje al exterior de Shin’ichi, cinco meses después de ser nombrado presidente. Creo que el propósito de esta ambientación es establecer el kosen-rufu mundial como tema de esta obra, más que como una simple narrativa histórica de los acontecimientos. La novela cuenta las iniciativas de Shin’ichi Yamamoto como discípulo, para poner en práctica la grandiosa visión del kosen-rufu que le había legado su mentor; asimismo, narra sus actividades de propagación y la forma en que desarrolló, en esta nueva época, la filosofía y la práctica de la revolución humana. Creo que este es el significado de la palabra «nueva», que aparece en el título de la obra.

Tanto en La revolución humana como en La nueva revolución humana, el mensaje profundo es exaltar una filosofía de confianza y de respeto ilimitados en el ser humano, transmitir la idea de que «la gran revolución humana de un individuo» puede hacer que incontables personas tomen conciencia de su verdadera identidad como Bodhisattvas de la Tierra.

En La nueva revolución humana abundan las historias de personas que, en la tarea de hacer su revolución humana, transformaron su karma adverso. En el corazón de estos cambios debe verse, por un lado, el principio budista de «asumir voluntariamente el karma adecuado» y, por el otro, el acto de asumir un juramento.
El presidente Ikeda señaló una vez:

El principio de “adoptar voluntariamente el karma adecuado” es la conclusión lógica de la idea budista sobre la transformación del karma». Para decirlo sencillamente, es una forma de vida que convierte el karma en una misión. Todo lo que nos ocurre en nuestra vida tiene sentido. Es más: la forma budista de vivir consiste en descubrir el sentido de todas las cosas.

La nueva revolución humana describe la actitud resiliente hacia la vida que poseen los miembros de la Soka Gakkai; o para quienes, las adversidades y luchas personales son parte del esfuerzo por cumplir el juramento que han hecho como Bodhisattvas de la Tierra, que es ayudar a ser felices a todas las personas.

Identificarnos con Shin’ichi Yamamoto

En la introducción de La nueva revolución humana el presidente Ikeda escribe:

Aun cuando hubiera alguien que pudiera encargarse de documentar mis viajes y encuentros, esa persona no podría consignar lo que, en esos momentos, yo tenía en la mente y en el corazón. A la vez, hay un aspecto genuino de la historia de la Soka Gakkai del cual solo yo tengo conciencia.

Creo que una novela es la mejor manera de describir los procesos mentales, anímicos y espirituales de alguien.

Leyendo La nueva revolución humana podemos compartir la vida y los pensamientos más profundos de Shin’ichi Yamamoto. Podemos unirnos al corazón de nuestro mentor mientras seguimos recorriendo el camino de la lucha conjunta. Cada uno de nosotros tiene el potencial de ser un Shin’ichi Yamamoto.

«¡Soy Shin’ichi Yamamoto!». Este es el lema de los miembros de la SGI de la India (Bharat Soka Gakkai), cuya organización ha crecido notablemente en los años recientes. A través de conocer, en La nueva revolución humana, los pensamientos y los actos con que Shin’ichi Yamamoto abrió el camino hacia el kosen-rufu de la India, se pusieron de pie con la determinación de que este es el momento de esforzarse con el mismo espíritu del protagonista.

La nueva revolución humana ha adquirido una significación incluso mayor desde 2010, cuando el presidente Ikeda se retiró de la aparición pública en reuniones. La novela fue el vehículo para seguir transmitiendo inspiradores mensajes a sus lectores, mientras escribía la verdadera historia sobre el espíritu de la Soka Gakkai, así como también sus propias reflexiones y sentimientos.

Con el paso de los años, cada vez quedan menos personas que hayan presenciado o vivido en carne propia los acontecimientos representados en la novela. El testimonio de estos miembros es invalorable, pero resulta aún más importante que, a través de La nueva revolución humana, el espíritu de Gakkai y la historia del kosen-rufu se transmitan eternamente, de generación en generación.

O, para decirlo de otro modo, La nueva revolución humana es una suerte de «prueba documental» que servirá como punto de referencia para las sucesivas generaciones de miembros de la Soka Gakkai.

La consideración del contexto histórico

Leer los treinta volúmenes de La nueva revolución humana desde el principio hasta el fin puede resultar una difícil tarea. Aunque, en definitiva, es esencial leer todos los tomos, uno puede comenzar por cualquier parte o el volumen que quiera. Tomen una escena con la cual puedan identificarse o que despierte su interés, o un capítulo que se relacione con el lugar donde viven o han nacido, y estúdienlo en profundidad.

Cuando el presidente Ikeda escribe sobre sus viajes a ultramar, cuenta cosas que, hasta ese momento, solo él conocía, como los pasos iniciales que fue dando en bien del kosen-rufu en determinados países. Asimismo, cuando escribe sobre Japón, narra la lucha sincera de miembros pioneros que fueron el punto de partida de nuestro movimiento en ciertas regiones o zonas.
Cumplir nuestro juramento

La próxima era quedará definida por la forma en que cada uno de nosotros, como discípulos, profundicemos y pongamos en práctica el espíritu de La nueva revolución humana. ¿Cómo habremos de internalizar ese espíritu y de transferirlo correctamente a las próximas generaciones? Podría decirse que todos los miembros de la División de Jóvenes son la «generación de La nueva revolución humana», con una profunda misión que cumplir.

En un ensayo perteneciente a la serie El eterno castillo de la Soka, publicada en el Seikyo Shimbun el 22 de agosto de 2018, el presidente Ikeda escribe:

He escrito La revolución humana y La nueva revolución humana pensando en ellas como un relato épico sobre el kosen-rufu y sobre la victoria de la gente anónima; como un «registro diario» de oro de la lucha que he librado codo a codo con todos ustedes, mis preciados camaradas. Por lo tanto, esa gesta no acabará con el último capítulo de la novela.5

El presidente Ikeda cuenta con que sigamos manteniendo el gran juramento del kosen-rufu mundial a lo largo del eterno futuro, y que hagamos brillar espléndidamente nuestra vida y la vida de los otros. Nuestra misión es responder a este deseo de nuestro mentor. Cada uno de nosotros puede cumplir este gran juramento adoptando el hábito de estudiar La nueva revolución humana en forma continua.

(Traducción del artículo publicado el 3 de octubre de 2018 en el Seikyo Shimbun, diario de la Soka Gakkai).

5 Véase el SGI Newsletter N° 8834.

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