Nuestro Corazón es la clave del triunfo
Tradicionalmente la religión, ha pedido a sus creyentes que tengan fe en sus principios antes de aceptarla sin prueba alguna de las afirmaciones de la misma. Sin embargo, si una religión no puede proveer algún beneficio a la vida de los creyentes y ayudarlos a superar sus luchas, estos no pueden ser felices al practicarla.
En budismo, la fe se basa en la experiencia. El budismo de Nichiren Daishonin hace hincapié en obtener “prueba real” del poder de la doctrina. La fe comienza con una expectativa o esperanza de que algo suceda. Al comienzo de esta jornada, si estamos dispuestos a probar la práctica y anticipar algún resultado, entonces solidificamos nuestra fe, paso a paso, mientras se acumulan ejemplos de pruebas reales.
En el budismo Fe significa creer en el Gohonzon y tener la convicción de que el Gohonzon de Nam-Myoho-Renge-Kyo es idéntico a nuestra vida. Una fe poderosa es, en sí, la manifestación de la Budeidad inherente a la vida.1
El presidente de la SGI dice: “Séneca, filósofo romano de la antigüedad declaró: “El alma es más poderosa que cualquier clase de fortuna”. Nada es más cierto. Para nosotros, la vida es una batalla contra las vicisitudes de la fortuna. ¿Triunfamos o somos vencidos? Nuestra “alma” o corazón es la clave para el triunfo. Y nada garantiza nuestra victoria como el corazón de la fe”.2
Cuando la determinación de cada uno de nosotros cambia, todo empieza a cambiar en la dirección de nuestro deseo. En el momento en que decidimos ser victoriosos, todo nuestro ser inmediatamente se prepara para el triunfo.
Por otro lado si pensamos: “nunca voy a triunfar” en ese momento todo nuestro ser desiste y para de luchar, entonces todo se mueve hacia la derrota.
Debemos poner atención a la sutileza de la mente humana. La manera en que programamos la mente, la actitud que tenemos, influencia directamente en nuestra vida y en nuestro medio ambiente.
El principio budista que resalta que un único momento de la vida contiene 3 mil estados aclara el aspecto verdadero del poder de la vida. Por medio de una firme resolución, podemos transformar nuestras vidas, los que están a nuestro alrededor y el lugar donde vivimos.
La solución para todo es el Nam-Myoho-Renge-Kyo, y si no lo creemos, debemos entonar hasta creerlo. Entonemos Nam-Myoho-Renge-Kyo para tener el coraje de actuar. Todo lo que necesitas está dentro de cada uno de nosotros, por eso entonemos daimoku para extraer toda su fuerza interior.3
Refiriéndose al espíritu de desafío, el presidente Ikeda dice: “Donde hay vida, hay esperanza. La única situación privada de esperanza es la que uno mismo considera irremediable. Sólo en ese caso desaparece la esperanza”.4
No nos dejemos debilitar, luchemos hasta triunfar! Aunque caigamos, cinco veces levantémonos seis veces. Nunca desistamos de luchar por nuestros objetivos. Podemos cambiar cualquier cosa. Podemos cambiar nuestro hoy y nuestro mañana.5
Debemos tener coraje, desafiar aquello que pensamos no es posible de conseguir. Si nunca desafiamos lo imposible nunca conoceremos el verdadero poder del Nam-Myoho-Renge-Kyo. Nuestros sueños solo pueden ser realizados por nosotros mismos.5
PUNTOS DE ENFOQUE
– La fe se basa en la experiencia.
– Fe significa creer en el Gohonzon (nuestra vida).
– La determinación cambia todo.
– El poder del Nam-Myoho-Rengue-Kyo sólo se conoce desafiando lo imposible.
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1. De la página web de la SGI del Paraguay.
2. Editorial del presidente de la SGI, Daisaku Ikeda, “Nada es más preciado como los tesoros del corazón”. Newsletters, 6824, noviembre de 2010.
3. Basado en la orientación del presidente de la SGI, Daisaku Ikeda.
4. Extractos de orientaciones del presidente de la SGI titulada, La Fuerza de los jóvenes: Aprendamos de las orientaciones del presidente Ikeda. Newsletters, 6890, marzo de 2011.
5. Basado en la orientación del Presidente de la SGI, Daisaku Ikeda.